PREMSA

“Carles Alfaro traza en el espacio una topografía de las relaciones entre los personajes, escudriñando, como un entomólogo, sus movimientos, y las distancias físicas y afectivas, que evolucionan entre ellos. También los actores destacan la complejidad de sus personajes. Así Alejandro Saá, un joven actor gallego, está brillantísimo como Segismundo, dibujando con sutileza su personaje nacido preso y recibiendo toda la información de un príncipe, encadenado, aislado y frustrado por no poder actuar, angustiado, puede llegar a convertirse en un hombre violento, un monstruo. Rebeca Valls despliega una amplia gama de emociones, creando una Rosaura luchadora, sensible e impetuosa. Una justiciera encerrada en su lucha por la justicia, una mujer que nace doblemente estigmatizada por no conocer a su padre y por ser mujer en un mundo de hombres. Vicente Fuentes, interpretando a Basilio, llena de matices su personaje, destacando su sentimiento de culpa y sus dudas. Enric Benavent encarna admirablemente la complejidad, la ambigüedad y la humanidad de Clotaldo que acumula los problemas de los otros y además los suyos propios. Carles Alfaro proporciona en su ejemplar espectáculo una visión contundente, contemporánea y universal de la obra de Calderón alejándola de los tópicos y lecturas reductoras. Es una gran lección de teatro.      

Irene Sadowska. Artez blai, El periódico de las artes escénicas.

Hay momentos en que tal potencia simbólica permite ver lo real con una nueva claridad. La óptica revolucionaria supera cualquier expectativa en la versión que de La vida es sueño se ofrece en los Teatros del Canal. La obra de Calderón de la Barca está de tal manera cosida a nuestra época, sin rebajas ni falsos guiños, que llegas a sentirte prisionero de este presente perpetuo: la corrupción del sueño.”

Manuel Rivas, El País Semanal

“Moderna, atrevida, arriesgada. Un clásico enorme.” **** Madridesteatro.com

“Alejandro Saá realiza un meritorio trabajo con Segismundo, dotándolo de una dualidad entre el hombre y la fiera, gracias a su personal timbre y uso del verso. (…) Rebeca Valls consigue con arrojo encarnar a Rosaura, un personaje que es un auténtico torbellino interno de sentimientos, y donde juega con su dualidad, ser doncella víctima de un agravio y también demostrar su valentía como varón para luchar en batalla si es necesario para defender su honor. Vicente Fuentes consigue con su encarnación de Basilio una vulnerabilidad y una humanidad que capta la atención del espectador, alejado del rey déspota y tirano que hemos visto en otras adaptaciones. Es una víctima de sus circunstancias, de los designios del hado, y que finalmente por sus propias acciones y precauciones al encerrar a su hijo en una mazmorra de por vida, provoca y precipita que el destino se cumpla. Enric Benavent dota de temple y carácter a Clotaldo, una víctima más en esta historia de pérdida y sacrificio, ya que tuvo que dejar a su mujer y a su hija para cumplir los designios reales. Estamos ante una obra de personajes y actores, con momentos e imágenes de gran belleza, violencia y ternura a partes iguales. Una digna adaptación del clásico que no os podéis perder y un trabajo hecho con mucho mimo y oficio.

Juan Pablo Sánchez, A Escena Valencia/Revista Pop Up Teatro

“Cuatro instrumentos que son los cuatro personajes del elenco, en el que ha conseguido una unidad actoral interesante, una dicción apropiada y una presencia sólida en el escenario. Alejandro Saá hace un Segismundo curioso, gimoteante, de gran realismo físico; Rebeca Valls acierta con su bisexual y asexual Rosaura; Vicente Fuentes impresiona en el primer parlamento de ese rey Basilio; y Enric Benavent sustenta el cuarteto con un excelente Clotaldo, vasallo fiel y esbirro piadoso. Dan vida a sus personajes y consiguen que parezcan vivos.” 

José Catalán Deus, Periodista digital.

“A cargo de la dirección, adaptación, escenografía e iluminación se encuentra Carles Alfaro. Un director completo, que hace que su visión acerca de la obra de Calderón de la Barca no se diluya y pueda trasladarse al público con mayor fidelidad a su idea. La iluminación es sublime. Ilumina lo que quiere y filtra lo que necesita. (…) Destaca la interpretación de Rebeca Valls en el papel de Rosaura. Una actuación versátil que saca lo mejor de cada momento de su personaje, adaptándose a la personalidad que para Rosaura reserva Calderón en cada momento de la obra. Alejandro Saá es Segismundo, con un enfoque y un tono singular en su interpretación acordado por actor y director. Enric Benavent interpreta a Clotaldo. El Rey Basilio lo encarna con brillantez Vicente Fuentes, contundente en su papel inicial de apertura de la obra y con gran carga de dramatismo a lo largo de toda la obra hasta la escena final. Una magnífica versión de la obra de Calderón de la Barca.

Elvientodelcine.wordpress.com

“Segismundo, encarnado por Alejandro Saá, como un náufrago, como un niño salvaje, como un ser que muestra todas las fragilidades del animal enjaulado para transmitirnos la endeblez humana y, sobre todo, que lo real es mucho más pesadillesco que cualquier mal sueño. Y así lo interpreta, como llevado por la esperanza tierna que infunde Rosaura. Esta, Rebeca Valls, vuelve a demostrar —como ya lo hizo en Vania, el anterior trabajo de Moma Teatre— tanto su afán como su versatilidad; cómo desde la negritud de todo el montaje es capaz de dirigirse con esa matizada sensibilidad. Cierran el corto, pero suficiente elenco, Vicente Fuentes, que brilla, ante todo, en el monólogo inicial de ese Basilio poniendo las cartas sobre el tapete y también sus miedos a un futuro tan oscuro como su mente asustada; y Enric Benavent, que nos entrega un Clotaldo enérgico y astuto con su habitual entereza y sabiduría de actor que domina las complejidades. La dramaturgia de Carles Alfaro y Eva Alarte logra traslucir el conceptualismo calderoniano a través de una paradójica calidez que se consigue, además de lo afirmado, por la música original de Joan Cerveró, tan intensa y adecuada como el resto de elementos. 

En definitiva, La vida es sueño [vv. 105-106] nos ofrece una perspectiva sutil del clásico y nos acerca mucho más a su esencia.

Ángel Esteban Monje, Kritilo.com

“Un montaje minimalista, fascinante en extremo y que reduce los personajes del original a cuatro (Segismundo, Rosaura, Basilio y Clotaldo) en un ejercicio exquisito de interiorización de las reflexiones filosóficas de Calderón. (…) El espacio absolutamente brillante en su sencillez. El diseño de sonido, con un microfonado, que modifica ligeramente las voces como recurso expresivo según el lugar donde se encuentren los personajes, acaba por resultar excelente erigiéndose en recurso expresivo para sumergirnos en este universo entre sueños. La sintética iluminación, repleta de claroscuros, y el perfecto vestuario no hacen más que redondear una puesta en escena que es como un susurro, poética, delicada y medida al milímetro, rebosante de detalles con los que deleitarse en un auténtico viaje al fondo del inconsciente de este clásico. Y es que las palabras de Segismundo vuelven a revestirse de todo su poder de evocación y fascinación. Magia lo que ha conseguido Moma Teatre con Alfaro a la cabeza y unos intérpretes que viven y saborean delicadamente los versos de Calderón, entregándolos al público sin estridencias y con una delicadeza extrema, musical, hermosísima y exquisita. Una auténtica delicia ese monólogo inicial del frágil Basilio de Vicente Fuentes, que ya nos pone en contexto de lo que vamos a experimentar y de las diferencias con otras adaptaciones. El Clotaldo de Enric Benavent está lleno de meandros y sutiles cambios que fluyen en su magnífica interpretación. La Rosaura de Rebeca Valls resulta hipnótica. Cada vez que hace acto de presencia, transmite una verdad y una fuerza tales que se hace imposible despegar los ojos de ella. Y por último, el Segismundo de Alejandro Saá. Una palabra: delicadeza. Qué hermosísimo trabajo. Su Segismundo, extraviado, quebradizo, con un punto de comprensible y tierna locura, es un acercamiento al personaje que se queda clavado en la retina y más adentro todavía. El vivir sólo es soñar, según Calderón. El teatro, también. Y Alfaro y su compañía lo saben. No os perdáis esta auténtica joya.

Miguel Gabaldón, Notodo.com 

“El elenco se aproxima a los personajes con una sensibilidad especial, el texto fluctúa con dinamismo y la escenografía es sencillamente maravillosa. Destaca la música que acompaña la tensión en los momentos álgidos del texto. Una delicia.”

Qué hacer hoy en Madrid.es

“La posibilidad de elegir: El determinismo o el indeterminismo como doctrina válida para explicar el papel del ser humano en el mundo. El montaje permitirá ver en el escenario, en el papel de Basilio, al maestro de actores Vicente Fuentes.”

RL., El Duende

“Una Vida es Sueño aligerada de ornamentación y personajes es una propuesta atrayente; podría decirse que incluso fascinante.” 

Javier Villán, El Mundo

“Sentido y sensibilidad. El público puede adentrarse en la hondura filosófica y la sensibilidad poética de un texto que ha sido respetado con fidelidad.”

J.M., En Escena

“Por su experta mano, Carles Alfaro tan sólo necesita cuatro actores para representar este filosófico texto que indaga en la dicotomía entre la vida que soñamos y la que vivimos a través de Segismundo.”

J.L.R., Revista Metropoli

“El maestro de maestros en la Compañía Nacional de Teatro Clásico, Vicente Fuentes, se marca un prólogo magistral con un monólogo de exquisita composición.”

Horacio Otheguy, Culturamas

“Los actores realizan un gran trabajo y exhiben su enorme talento[…] Carles Alfaro se encarga de poner este drama al servicio de su particular estilo escénico, enfatizando el aliento calderoniano (…) incrustando su genio creativo en sus deseos de convertirla en un drama actual, con sus aspectos filosóficos asumibles por el público contemporáneo. (…) Los temas de la soberbia, el poder, el honor, la bestia de las pasiones, y la disquisición entre vida y sueño quedan muy marcados en la propuesta. La eliminación de personajes no afecta al argumento, que ni se resiente ni pierde lo sustancial. […] Magníficos los sobrios efectos sonoros y la música de Joan Cerveró […] Escenografía muy minimalista con el centro en forma de cubo, casi siempre iluminado con sutileza frente a la oscuridad circundante, que une prisión y corte, como espacios de enclaustramiento, algo muy notable.”

Jose Vicente Peiró, Las Provincias

“Esta versión quiere extraer el espíritu filosófico y sensitivo a través de cuatro personajes (Basilio, Clotaldo, Segismundo y Rosaura) […] Lo importante es transmitir los recovecos de los personajes, sus angustias y emociones sin disfraces ni efectos decorativos, para llegar a la raíz de los dilemas. Los cuatro intérpretes están magníficos en esta tesitura, armonizándolos con la dicción del verso: Alejandro Saá, delinea a Segismundo sin innecesarias afectaciones, haciendo natural (lo que se agradece) el famoso (casi como el “ser o no ser” de Shakespeare) monólogo. Rebeca Valls impecable, imponente y emotiva. Enric Benavent solvente como siempre. Como espectador aguerrido, disfruté con este inteligente y bello trabajo.” 

Enrique Herreras, Levante-EMV